Estaba leyendo sobre Gandhi y su percepción de la democracia, el significado que a todos nos envuelve nos guste o no la política, o más que gustarnos si tenemos el interés por seguir la vida de las leyes y nuestros representantes sociales en materia legal y jurisprudencia. Gandhi tenía una visión más profunda de un tema que a cada ciudadano del mundo nos inmiscuye. Cuando nuestras leyes personales conviven sanamente con las leyes del planeta, las ecológicas, las humanas y todas las leyes superiores entonces vivimos a plenitud la democracia. Tiene una idea tan brillante que me emociono de sólo leerla, volverla a leer una y otra vez “en materia de conciencia, la ley de la mayoría no cuenta”. Así defiende la individualidad que nos caracteriza como seres únicos y pensantes; en la democracia perfecta no se trata de ir por la mayoría al tiempo que coartamos la libertad individual, pues eso únicamente lo permiten los más débiles. Tenemos incluso la obligación de exigir nuestra libertad exclusivamente por medios no violentos, ya que las diferencias no deben conducir a la hostilidad, esto degradaría la democracia y acabaría por auto destruir al humano y en el extremo a la sociedad. La democracia no es lo que el pueblo en su mayoría exija sino lo que tu individualidad y la de tu prójimo compartan en un marco social. Que conste que no lo dije yo, simplemente lo puse con mis propias palabras algo que ya es de por si intenso y profundo. Ya dije. En la debilidad del pensamiento viven las masas
Inertes, derivan el cálculo y la ciencia en nada
Aun el divino en mentes brillantes iguala
La conciencia elevada expresada en democracia.
La iglesia en balaustres ejemplares
De santos y de santas en crudísima resaca
Del bien visto en terquedad humana
Gobierno, iglesia, ambos son fétida arrogancia.
Devoro piedras y lloro polvo
Pueblo
Hasta cuando
Sepulcro y nada.
Imagen tomada de
http://bongobundos.blogs.com/bongobundos
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