miércoles, marzo 13, 2013

Adiós Monterrey

 


¿Después de cuántos años? Si volteo hacia atrás hoy sólo sabría que fue más rápido de lo que pude imaginar, pero es así en el constante vaivén del cambio. Lo único que siempre estuvo ahí fueron las majestuosas montañas de esta ciudad, el resto cambió, fue, vino, trajo sorpresas, alegrías y sinceramente muy pocas tristezas, si es que las hubo. Lo mejor de todo, los amigos que como las montañas inmutables, se mantuvieron tan constantes que ya son parte gratamente irremediable del paisaje que hoy estoy dejando.  Estoy muy agradecido con todo, si en algún momento tuve incredulidad de pertenecer recién llegado, ahora tengo la certeza de la gratitud. De mi parte me seguiré moviendo, sólo moviendo.

Maastricht
Tokyo
Copenhagen
San José
Skiathos
… y el aire fresco de tus montañas,
que recorre efemérides en mi camino,
Monterrey.
Senderos que siempre vuelven,
vienen y desaparecen, se esconden
detrás de tus sonrisas encumbradas.
El aire me trajo aquí,
por tierra voy a partir.

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