
En mi casa no vas a encontrar muchas cosas que te sean de utilidad, empezando por el refri, lo abres y no hay nada o si hay algo será comida esperando a ser servida, probablemente ya en proceso de descomposición, yakult, chelas, siempre hay hielos, dos litros de leche ultra-pasteurizada, jugos de diversos sabores, agua mineral y un Sprite (los dos últimos pa mezclar con Jack Daniels) y a veces una manzana. Tienes que subir cinco pisos, todos por sus respectivas escaleras pa llegar al Loft von Toledano, a algunos les incomoda, hmm pero cuando subes, vale la pena. Por alguna situación geográfica clave podrás tener un punto de observación de verdad hermoso de Zapopan y parte de Guadalajara. Por un lado ves la colonia Villa Universitaria con sus árboles grandes y frondosos, sus casas todas bien cuidadas y del otro lado a lo lejos el Cerro del 4, la Minerva, el Fiesta Americana, la Gran Plaza, y varias colonias todas ordenaditas. Puedes jugar X-box y ver Sky, si eso te aburre, hay una cierta colección pequeña de libros para leer, si eres más gráfico, está mes con mes la revista Maxim, dos calendarios de gusto masculino, uno es el de FHM (Petra Nemcova, uyyy mi top-one) y el segundo es del Exxess (sino lo conocen es un Table Dance muy famoso en la cd. de México), me lo gané en definitiva por ser la mesa que más aplaude.
En esta casa se desayuna cereal, yogurth, por leche no paramos, cuando la LICONSA no tiene, acá tenemos, ah siempre habrá agua fría en la regadera (mejora la circulación), servicio que se ofrece las 24 horas los 365 días del año.
Las visitas son bienvenidas, en algunos días podrás escuchar historias inéditas, algunas leyendas cuya veracidad divulgan quienes viven para contarlo, la buena vibra se deja sentir, puedes llegar sólo o acompañado, sólo que si vienes acompañado favor de avisar, no queremos Nasty surprises, NRDA atte. la Gerencia (o sea yo). Aquí encontrarás un espacio para discutir temas de actualidad, clásicos de camaradería, temas que nunca tienen solución pero que como nos encanta hablar sobre ellos; diferentes personalidades han venido construyendo un mosaico de emociones, el 'guest book' se registra en el corazón, la salida la solicita usted con anticipación de media hora, la botana se queda y está estrictamente prohibido hacer comentarios comprometidos al siguiente día, ni más ni menos, que no por nada y a mucha honra 'este Hogar es Católico'.
Si las paredes hablaran dirían 'ya no queremos ser rosas' mientras otras contestarían 'a nosotras ya nos pintaron azul, yujuuu'. Curiosamente las visitas casi siempre son del sexo masculino, los mismos de siempre, sin embargo han pisado más mujeres estos lares, unas vuelven otras basta con un par de veces, otras son las innombrables, otras tienen apelativos creativos o bien ganados a pulso, han estado dos con el mismo nombre, más no con el mismo hombre!
Aquí se es sensible al dolor humano, se piensa lento y se procesa en 8 bits. El tiempo ha de pasar pero muchas cosas ya llenaron rincones en la Casa Voladora.
Hoy la casa de los poetas está vacía,
de los techos cuelgan telas arácnidas,
y aunque hay quien golpea la puerta,
nadie mueve la vieja manivela,
nadie recibe sonriente al hombre...
Parece ser la mansión de los espacios.
Las cascadas de polvo
caen por entre las cruces que cuelgan
indolentes
de los viejos armarios del recuerdo.
La casa de los poetas está sola,
no hay quien entre,
el mayordomo ha muerto de cansancio
-perenne hastío de no hacer nada-.
Las ventanas golpean
contra el muro y el viento,
y un ulular de siglos hace de noche
el miedo intransigente.
La casa de los poetas está sola,
nadie entra ni sale,
no hay humo en las chimeneas
que ayer calentaron versos.
Afuera
en el vetusto Welcome desahuciado
hay quien se agolpa con furio leonina,
¿pero quién?
¿quién puede abrir al poeta
la puerta ahuecada en la casa del tiempo?
¡los poetas son el tiempo y el espacio!
¿pero quién puede abrir esa puerta, Dios mío?
...y el silencio no tiene manos
y los pájaros vuelan
ciñendo los árboles crudos...
estos pájaros hace tiempo que vieron
por el último camino de la vida
andar al último poeta de la casa.
La casa de los poetas está vacía.
Afuera,
contra el duro granito de la homérica puerta
un poeta se rompe la testa y no pasa...
Sin siquiera esperarlo, ni acaso sentirlo,
un seco arbusto mueve sus ramas recién corroídas,
aquel viejo cascarón mueve sus tablas
y renueva su grito de antaño.
Cualquiera diría que se trata
del último suspiro
de la casa poética que ya nadie habita.
Como la voz del omnipotente,
como reclamo de un océano bramante,
como cuerdas telúricas monstruosas,
el viejo caserón pierde una viga y otra,
y otra y otra
y emerge repentino y azul,
simbolista y romboide ¡la gran nave!
verde navío estelar...
Más allá del plantío de los versos,
un mundo que ríe
y otro mundo que llora,
y acá, en el ausente sitio de la casa que vuela,
tan solo los recuerdos.
La poesía y el poeta se alargan
en la estela de un largo queroseno.
El poeta ha comprendido
cúal es su nueva casa,
una que tiene como lámpara
la estrella de Ícaro.
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de Iván Portela, 1964